domingo, 1 de junio de 2008

TRES AGUJAS




“Y te daré una flor antes que un Decadrón
oh mi amor, estoy tranquilo pero herido”
Fito Páez “Tres agujas”

I
Otra vez tengo diecisésis años. Una y otra vez. Otra vez estoy enamorando a alguien. Y pretendo tratar de enamorarme aunque sepa bien que ésta aventura no puede tener otro destino que tu corazón roto y mi cerebro saliendo mentirosamente impune.
II
Ahora tengo diecinueve, veinte y veintiuno, y quiero, deseo, otra estancia en el paraíso terrenal que habíamos edificado en varios puntos de Buenos Aires. Quiero tu virginidad, quiero tu sangre. Quiero llegar temprano, esperarte con ventaja, con astucia. Quiero ponerte, con semanas de diferencia a lo sumo, azúcar en las heridas. Tu amor me enseñó cómo ser de verdad dios de mi paraíso, demonio de mis abismos. Y del otro, del edén, a veces venía Dios y nos expulsaba.
III
Cumplía mis veintidós en noviembre, y tus catorce salidos de agosto se me representaban inmejorables. No supongo que estoy por sufrir una tristeza superior. Me estás besando, angelito! Esto no es un juego, estamos atrapados!
Vago por toda la tierra, vago por tu barrio. Soy ahora el Errante.
IV – I
El ímpetu con el que amás esto actúa como un derivado de morfina. A veces me calma un dolor que no puede ser calmado si no es con una droga inexistentemente, imposiblemente específica.
A veces, colateralmente, me alucina.
V – II
Putearte, eso es lo que tengo que hacer. Arrinconarte públicamente en un café y desarmarte, que todos sepan a través de mis mesiánicos alaridos, cuánto odio en qué te convertiste y cuán jodida, ardua e insoportable es mi vida a causa de ello.
Cada tanto, tengo un sueño con vos todavía. Si lo acepto, inevitablemente, sigo amándote.
VI – III
Emma Zunz es el único cuento de Borges que me pega un cross en la mandíbula. Es el único cuento de Borges que me gusta. Me diste una idea. Las flores que te compré van para el altar de mamá Oscuridad.
VII – I
El Inmortal es el único cuento de Borges que me duerme y me despierta todo el tiempo. Es el único cuento de Borges que me gusta. Me pregunto si sabrás lo que provoca en una conciencia parecida a la mía el acto de penetrar a una pequeña (al menos en tamaño) mujer virgen. Ella grita, el dolor es real y aterrador. Y vos terminás, te incorporás, te apartás, y llorás silenciosamente. Aprendiste a ser dañino. La próxima vez, quizás no se te para tan fácilmente.
VIII – II
Ternura y timidez. Impulso, bajón. Te llamo y dejo que me cuentes tus trivialidades hirientes. Soy un adicto a esos estremecimientos. Sedado en la bahía del ángel regurgito todos tus besos y voy hasta el acantilado, hasta el borde, a inmolarme. Van cuatro o cinco veces que no lo hago.
IX – III
Para vos, poesía no basta. Universos de palabras absolutas empiezan a estancarse en arroyos de mierda. Es MI mierda, yo la cagué. No te metas con ella por favor. Sos demasiado dulce, es demasiado tu amor para la tierra. Es mejor si lo sigo pensando en la luna mientras ponés “parachutes” otra vez. Adagio, pero fortíssimo.

X – I
Te quiero, a pesar de lo que diga.

XI – II
Te quiero, a pesar de lo que haga.

XII – III
Te quiero, a pesar de que te quiera.